Margarida Arizteta: L'amant xinès

Margarida Arizteta: L'amant xinès. Barcelona: Llibres del delicte, 2015. 285 págs.
La inspectora Mina Fuster, de la comisaria de los mossos d'esquadra del Camp de Tarragona, debe interrumpir sus vacaciones cuando aparece el cuerpo de una vagabunda china asesinada en un pueblo de la provincia de Tarragona. Es el tercer cadáver de un sintecho que aparece en pocas semanas y la investigación comienza a ser urgente ante la amenaza de que se trate de un asesino en serie. Pronto descubren que el tercer cuerpo es el de Àgata Tsang, una mestiza de clase alta, traductora del chino y con relación con las esferas políticas catalanas y con las turbias élites económicas chinas. Su trabajo le llevó a tener mucha información sobre el entramado de relaciones necesarias para poner en marcha el complejo Barcelona World: un monstruoso proyecto de casinos y parques temáticos que se quiere montar en la Costa Daudara. Parece que será necesario hallar el ordenador y el teléfono desaparecidos de Àgata para saber a quién implica la información de la que disponía. También será necesario encontrar al misterioso joven novio de la traductora al que nadie parece poder echar el guante y que parece ser la clave del crimen.
La inspectora Fuster se mueve entre la sociedad perdularia de las comarcas tarraconenses, la clase política de los municipios de la zona y la burguesía emprendedora china para ir desvelando la personalidad de las víctimas y del asesino. Además debe lidiar con las rarezas de su anciana madre, una señora de buena familia vasca, y con el recuerdo del trágico final de su primer amor. Cuenta ente sus herramientas de análisis con una voz interior que el increpa cuando parece atascarse en su investigación.
Arizteta ofrece una novela correcta, con un balance entre diálogos e investigación adecuado. Parece que quiere rendir homenaje a alguno de los representantes de la novela negra mediterránea: por un lado, los personajes secundarios de la comisaria recuerdan a alguno de los acólitos del Montalbano de Camilleri, y el recurso esquizoide de la voz interior a las visiones del comisario Ricciardi de di Giovanni: siempre está bien tener a mano un recurso irracional cuando hay que dar un giro a la acción.
Arizteta emplaza la narración en el momento de las protestas por las perforaciones petrolíferas en la costa de Tarragona. Una sociedad indignada por el negocio redondo que supone para los tinglados multinacionales el fracaso de las grandes operaciones, tanto si son hacer prospecciones sin estudio de impacto ambiental que producen terremotos en el litoral como si son macrocasinos que no aportan más que turismo de desgaste masivo que implica la entrada de capitales turbios (non olet continúan diciendo los políticos del dinero). En fin, una denuncia sin exageraciones del síndrome del faraón: venga obras gigantescas para demostrar la ambición política de los mandantes. Lo peor es el personaje del ligue con el que la inspectora quiere cerrar el capítulo de su desgraciado amor anterior. Empieza a ser abusiva la comparecencia de este tipo de personaje masculino de anuncio de colonia, con una personalidad indefinida, hombres
maduros y perfectos de la nueva masculinidad: afectivos y efectivos. Lo mejor es un final abierto en el que el culpable es atrapado, pero la causa de los crímenes queda a la interpretación del lector: los medios han quedado justificados por el fin.



Margarida Arizteta, Valls, 1953. Escritora y profesora de Teoría de la literatura en la universidad Rovira i Virgili. Ha publicado varias novelas, entre ellas algunas de intriga negra y libros infantiles. El personaje de Mina Fuster lo creó para un cuento incluido en la antología dirigida por Anna María Villalonga: Elles també maten, Llibres del delicte, 2013

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