Jean-Patrick Manchette: Fatídica

Jean-Patrick Manchette: Fatídica. Barcelona: Navona, 2016. 124 páginas. Traducción del francés de Joachim de Nys. Título original: Fatale. Paris: Gallimard, 1977.

Aimée Joubert es un nombre tan bueno como cualquier otro para una joven con determinación. La pequeña ciudad de Bléville tan apropiada para sus planes como cualquier otro pueblo francés en el que un puñado de familias burguesas se repartan el pastel.
Aimée se mueve como pez en el agua en estos ambientes de familias acomodadas provincianas. Sabe que todas tienen algo que ocultar y que las relaciones entre ellas no son lo armoniosas que parecen. Pueden soportar traiciones y adulterios, guardar oscuros secretos y silenciar crímenes sin rehusar a aguantarse en fiestas y cócteles. Pero el dinero no se toca. De hecho, están dispuestos a despedazarse si es por una cuestión de dinero.
Aimée ya ha hecho esto otras veces: buscar la rivalidad ente los gallitos del pueblo, llevarla hasta el punto de no retorno y proponer la solución: cargarse a una de las partes a cambio de un pedazo del botín.
En Bléville las desavenencias entre las familias de los capitostes saltan a la vista y el esfuerzo para provocar a los cretinos forrados no parece excesivo. Además Aimée Joubert cuenta con el barón Jules, un excéntrico pequeño noble arruinado que ha construido un archivo con todos los tejemanejes de las fuerzas vivas de Bléville. Tal vez entre sus documentos se encuentre la confirmación de que las muertes por intoxicación de algunos vecinos del departamento se deben a medidas de sanidad poco rigurosas en las fábricas conserveras de Lorque y Lenverguez. Y el barón está dispuesto a utilizar toda su información para hundir a esos bellacos.
Lástima que la codicia sea la habitual compañera del crimen. La ambición de Aimée está muy por encima de sus recursos; además ha cometido un pequeño error de cálculo: el pacto que lava de sangre las manos de los burgueses de Bréville ha construido una unión tan fuerte que no es fácil destruirla.
Eso sí, Aimée Joubert no es de las que no da la cara ante su destino.

Aquí está el magnífico J. P. Manchette ante uno de sus temas favoritos: la mediocridad autocomplaciente de la clase burguesa francesa. Manchette hace de su narrador un notario en esta nouvelle: no hay valoraciones ni introspecciones, los personajes pasan por las páginas dejando sus acciones y diálogos sin intervención explicativa del narrador.
La casi joven Aimée aparece en las primeras páginas del libro cerrando un trabajo y demostrando su interior salvaje y descontrolable. Camina por esta aventura hacia el destino al que alude el título sin buscar justicia ni venganza. Todos los personajes tienen un punto de ruindad considerable que no es otra cosa que la consecuencia de la lucha por conservar los privilegios del poder y el dinero. Seguramente el único que elude las pesadas cargas del mantenimiento del estatus es el barón, cuyo entendimiento está severamente perturbado. Otra víctima en cualquier caso.
En el final de la novela se desatan todas las furias y Aimée llegará al desenlace que estaba previsto para ella desde que descargó el primer escopetazo en el pecho de un burgués.
Sobriedad, eficiencia, buen trazo de los personajes y un sentido del humor cínico.

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Jean Patrick Manchette Marsella, 1942 - Paris, 1995. Trabajó como profesor de francés en Inglaterra, como traductor y como guionista. Noveló varias películas y escribió once novelas. Fue el padre del Néo-polar: la recuperación en los años 70 en Francia de la novela negra como denuncia social desde la izquierda.
Entre sus novelas traducidas:
Cuerpo a tierra. Barcelona: Anagrama, 1983.
Volver al redil. Gijón: Júcar, 1987.
De balas y bolas. Gijón: Júcar, 1989. Con B. J. Sussman.
Nada. Barcelona: RBA, 2009.
El caso N'Gustro. Barcelona: RBA, 2012.
Balada de la costa oeste. Barcelona: RBA, 2013.
Caza al asesino. Barcelona: Anagrama, 2015.
Fatídica. Barcelona: Navona, 2016.



2 comentarios :

  1. Me encantan el cine y la literatura franceses y me encanta el género negro en ambos. Con eso de "la mediocridad autocomplaciente de la clase burguesa francesa" me has convencido. No conocía al autor, pero lo apunto y tratatré de hacerme con algo suyo.
    Un abrazo.

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  2. Espero que lo disfrutes. Fue un autor con gran habilidad y con ganas de utilizar la novela negra para denunciar la hipocresía.

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